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Autor Virgen del Rocío
Anónimo, no se conoce el autor de la talla de la Virgen del Rocío. El Niño Jesús que sostiene la imagen tampoco se conoce sus autor.
Virgen del Rocío antigua
La Virgen del Rocío mas antigua que se conoce era una talla completa en madera policromada de finales del siglo XIII, que fue profundamente remodelada hacia 1600 para vestir con tejidos naturales bordados en oro y plata, muy del gusto de los Austria. 1
Virgen de Rocío talla
La Virgen del Rocío es una talla gótica, realizada en madera de abedul policromada, que con el paso del tiempo, y debido a los cambios de mentalidad en los fieles devotos y a las nuevas modas barroquizantes, la imagen original debió ser adaptada para acoplarle a su cuerpo las telas que desde entonces lo cubren, y que nos impiden ver la obra original. 1
La imagen era una escultura tallada. Lo que nos puede llegar a descuadrar quizás sea la altura de la misma, ya que las imágenes góticas tienen un tamaño que suele oscilar el metro de altura aproximadamente. Sin embargo, en el texto de las reglas de 1758 nos dice que era “de estatura natural”, algo que para la imaginería gótica era extraño. No obstante, debemos paramos a pensar que estas reglas se fechan en el siglo XV, según indican al comienzo del relato de la aparición de la Santísima Virgen, pero muy probablemente éste fuera redactado junto con las reglas propiamente dichas, es decir, en 1757, fecha en la que la imagen venerada de Santa María del Rocío ya estaba vestida con ricas telas, ocultando la talla original, y con un tamaño que puede probablemente asemejarse al actual. 1
Virgen del Rocío original
La siguiente referencia a la Virgen del Rocío en cuanto a obra artística no la encontramos ya hasta finales del siglo XIX. En 1882, el sacerdote José Alonso Morgado y González escribe un artículo para la revista Sevilla Mariana en el que expone la situación de la talla original de la Patrona de Almonte, probablemente después de haberla visionado, pues es lo que pensamos por lo detallado de su exposición, que es la que sigue: “…tiene completamente borrado su rostro, pende de sus hombros un sencillo manto pintado de azul, y el vestido está de verde, sugetándolo a la cintura una correa salpicada de estrellas de color de oro, dejándose ver entre los pliegues de la túnica por su parte baja, el calzado grana de forma puntiaguda. En el sitio del pecho al lado izquierdo, está perfectamente señalado el lugar que ocupó el Niño”280. 1
Se trata de la primera vez que se nos ofrece una descripción de la talla desde el punto de vista artístico. Por todo cuanto Alonso Morgado aporta, podemos seguir vislumbrando la talla original como una obra del período gótico, tanto por su policromía como por su iconografía, que ya nos indica que el Niño originariamente estaba portado por la Virgen en el lado izquierdo, lo que nos lleva a pensar que la figura mariana muestre incluso algún contrapposto. 1
Virgen del Rocío tamaño
Madera tallada y policromada (85 cm. aprox.).
Aparte de eso, el dato que más puede llamar nuestra atención es el que primero aparece. Nos referimos al que dice “tiene completamente borrado su rostro”, lo que nos lleva a pensar que la cara de la Virgen del Rocío, tal cual la vemos hoy en día, no esté justamente donde le correspondería a la escultura gótica original, si no quizás, y ayudada por algún soporte, más alzada para dar mayor altura a la sagrada imagen, pues debemos tener en cuenta también en este punto lo que nos narra la tradición, y es que, hasta hace algunos años, los despachos de artículos de recuerdo del Rocío vendían una cinta en la que decía Medida de Ntra. Sra. del Rocío. Patrona de Almonte, y ésta medía 85 centímetros, los mismos que, a simple vista, podemos observar que no tiene la venerada imagen de la Virgen, si no que los supera con creces. 1
De sobra es conocido el celo con el que tanto la Hermandad Matriz como el propio pueblo de Almonte trata las cosas de su Patrona, por lo que intentar averiguar cualquier intervención en ella, ya sea de análisis visual como de restauración, es una tarea altamente complicada, y al mismo tiempo, digna de todos los respetos, y si me lo permiten, hasta de elogios. Aún así, como hemos venido apuntando, tenemos estas referencias estilísticas de la Blanca Paloma, dadas por quienes la hubieran visto, pues entran en detalles que, de no ser así, probablemente serían difíciles de dar. Pero no son las únicas, como veremos más adelante. 1
El niño de la Virgen del Rocío
Por su parte, el Niño de la Virgen del Rocío debido a su origen gótico de la escultura mariana, debemos decir que éste no ha de ser el original, pues no guarda rasgos estilísticos propios del gótico.
Probablemente el Niño que hoy veneramos sea de factura barroca, del siglo XVII, que le fuera colocado a la figura mariana, suplantando así al original, que como ya se ha referenciado, iría adosado a su cuerpo, de manera que, aprovechando el período en el que la Virgen del Rocío afianza la moda de ser vestida, en torno al primer tercio del seiscientos, el divino infante gótico original fuera sustituido y reemplazado por una nueva efigie del Niño Jesús hecha con una iconografía y un tamaño determinados para que lo portara entre sus manos la imagen sagrada de la Virgen. 1 o 2?
La fisonomía actual de la Virgen del Rocío y el Niño se ha ido conformando a lo largo de mucho tiempo, teniendo un hito importante entre los siglos XVI y XVII cuando se visten las imágenes siguiendo la tendencia de la imaginería religiosa en el barroco. 2
La indumentaria de la Patrona de Almonte, como se sabe, es dual. Normalmente, viste el traje “de reina”, que tiene su origen en el siglo XVI, en el de la infanta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II; y el traje de viaje, propio de las grandes damas españolas de la misma época. Las pequeñas variantes introducidas en el tiempo por la ignorancia y pérdida de memoria de los naturales, ha hecho que sea llamado equívocamente “traje de pastora”. 1
Que significa Rocío
La palabra Rocío está llena de significados: un nombre, una virgen, una romería y una aldea —vecinas de la marisma del Guadalquivir— bautizadas por un fenómeno microclimático, como es la diaria y fecunda presencia de agua en su mínima expresión —las gotas de rocío—. Pero este nombre evoca, sobre todo, a la devoción a Nuestra Señora del Rocío —Patrona de Almonte— y a su anual romería de Pentecostés —el Rocío Grande—. 2
Porque se llama Virgen del Rocío
En los primeros años del siglo XIV, aparece la ermita bajo la advocación de Santa María de Las Rocinas, recibiendo el nombre del paraje donde se localiza. Pero con el devenir del tiempo, el nombre de Nuestra Señora de Las Rocinas pasó a denominarse Nuestra Señora del Rocío. 1
Ese cambio de nomenclatura que comentamos se produce a mediados del siglo XVII, siendo el acta del Ayuntamiento almonteño con fecha veinticinco de abril de 1653, el primer documento escrito que da fe de ello, casualmente dos meses antes del nombramiento de la Virgen del Rocío como Patrona de la villa de Almonte, aunque en ese acta de proclamación del patronazgo vuelve a aparecer con el nombre de Rocinas. 1
A día de hoy, el estudio del cambio en el nombre de la Virgen se apoya en distintas hipótesis de diferente índole, pero ciertamente, esta variación no se hizo “sin mística alusión”, como dejó escrito Alonso Morgado a finales del XIX4, pues alude a su festividad de Pentecostés, cuando la Iglesia celebra la bajada del Paráclito sobre la Virgen María y los Apóstoles, vivificándolos con los dones del Espíritu, igual que el rocío mañanero humedece las plantas, y por tanto, las riega y revitaliza. 1
Parece factible que el pueblo llano almonteño, llamase a Nuestra Señora de Las Rocinas como Rocío, ya que en el segundo tercio del siglo XVII, vinieron algunos años muy secos que dieron lugar a las pérdidas de las cosechas de cereales, pero luego en agosto y septiembre de aquellos años secos, venían noches con abundantes rocío o blanduras, con vientos moderados del sur que salvaron los pastos, las cosechas de uva y aceitunas en Almonte. Estas blanduras o rocío vinieron siempre empujados por vientos procedentes del lugar de la ermita, por lo que la gente del pueblo concibieron la creencia de que estas rociadas eran bendiciones del cielo pedidas a Dios por mediación de Santa María de Las Rocinas, para mitigar las pérdidas agrícolas. Esto pudo dar origen a la idea de cambiar el nombre de Ntra. Sra. de Las Rocinas por el de Rocío, inspirado en las Sagradas Escrituras. En aquellas puede leerse que Dios hace productiva a las secas y ásperas tierras de Palestina con la humedad de abundantes rocíos (CASTRILLO DÍAZ, 2000,43-44). 6
Vestidos, atributos y adornos del ajuar de la Virgen del Rocío
Realmente no sabemos con certeza cuándo se empieza a vestir a la Virgen del Rocío con telas, aunque existe un documento que nos lo debe acercar enormemente. Se trata de un testamento, otorgado en Sevilla en 1631, por una vecina de la ciudad, en el que especifica que dona a la Virgen del Rocío que se venera en término de Almonte un corpiño de damasco. Este dato nos hace pensar que ya entonces la imagen fuera ataviada con telas, pues, de no ser así, qué sentido tendría que una devota dejará en donación a una imagen sagrada un elemento que no iba a poder lucir ni utilizar. 1
Las representaciones más antiguas de la sagrada imagen de la Virgen de Las Rocinas son también del siglo XVII, por lo que, a pesar del baile de fechas, en todas ellas aparece ataviada ya con ropas de telas. Así, en una de las tablas que se conserva de la sillería de coro de la iglesia parroquial de Almonte, en la que se representa a la Virgen del Rocío, ésta aparece vestida con traje, bien bordado o bien de brocados, tocada con manto que muestra la blonda de encajes del borde, abierta, lo que ya con el paso del tiempo pasaría a mentalizarse convirtiéndose en las ráfagas que tanto identifican la sagrada imagen marismeña. 1
De esta imagen lo primero que nos llama la atención es el rostro de la imagen mariana, pues, a diferencia con la actualidad, en que la Santísima Virgen aparece con la mirada baja y los párpados suavemente entornados, aquí la sagrada imagen aparece mirando de frente, curiosamente igual que en todos los grabados que de ella se hicieron en el siglo XVIII. 1
Nombres de la Virgen del Rocío
a) Nuestra Señora de los Remedios
El título Nuestra Señora de los Remedios sólo aparece en el relato de la aparición (1757), en el que se dice que «en el reverso del Simulacro estaba escrito:
Ntra. Sra. del Carmen. Sra. de los Remedios «. Ni el informe artístico de Alonso Morgado ni el de Santiago Martínez dicen nada sobre esta inscripción.
Si esta información es cierta, la invocación a la Virgen con este título indica la petición de ayuda y la solución de todo tipo de problemas, enfermedades y contratiempos. 4
b) Nuestra Señora de la Rocina
El título toponímico de Nuestra Señora de las Rocinas hace referencia al lugar donde se venera la imagen, es decir, la ermita situada junto al arroyo de las Rocinas. El significado etimológico de rocina no está claro. Por un lado, existe la hipótesis de que deriva de una antigua forma romana de nombrar lugares con el nombre del propietario, más la terminación -ena, o -ina, por lo que Rocina derivaría del antropónimo Rossius, e indicaría una propiedad de Rossius. Ojeda Rivera, por su parte, lo atribuye a un derivado de roças, o rossadas, es decir, el cultivo de cereales en la quema de pastos , que en tiempos no muy lejanos se llamaba pan de rozas.
El término rocina no aparece como tal en el Diccionario de Covarrubias
Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española, aunque posiblemente sea un derivado, quizás podría ser un derivado femenino de rocín, como sinónimo de yegua, de modo que el arroyo Rocinas indicaría el lugar donde se crían las yeguas.
En cualquier caso, el título mariano designa la posesión y la protección, por parte de la Virgen María, como Señora de la de la Virgen María, como la Señora de ese lugar, la Madre de Dios que derrama sus favores sobre los fieles que la invocan; y por otro lado, está vinculada al pueblo que la tiene como intercesora ante Dios. 4
c) Nuestra Señora del Rocío
El sustantivo rocío, en sentido directo, se refiere al fenómeno atmosférico de una determinada hidrometeorología. Nuestra Señora del Rocío se llama así porque Nuestra Señora del Rocío se llama así porque dispensa esta precipitación en beneficio de los campos, los animales y la humanidad. Pero en sentido figurado, como metáfora, se refiere a la amplia gama de dones del cielo, y de manera directa, al don del Espíritu Santo. En nuestro caso, primero se entendió en sentido directo y, con el tiempo, se entendió en sentido metafórico. 4
CARA VIRGEN DEL ROCÍO
Elementos de su indumentaria
Éstos son una saya de amplio vuelo, marcadamente acampanada; un corpiño, para cubrir el pecho; unos puños con blonda de encajes, y unas amplias mangas que llegan casi hasta el extremo inferior.
La cabeza se cubre con un tocado, como de monja, que llega hasta la altura del pecho, cubriendo toda la cabeza a excepción del rostro, abriéndose con una fina terminación de encajes, lo que más tarde pasaría a ser el rostrillo bordado o metálico. Sobre éste va colocado el manto que, como ya hemos señalado más arriba, termina en blonda de puntillas o encajes. 1
Vestido del Niño
El Niño por su parte aparece vestido con traje en tonalidad distinta al de su madre, pero también con telas bordadas o brocadas. Ambas van complementadas con diferentes atributos metálicos, tales como las coronas, la media luna de la Virgen, los cetros de realeza o el mundo que lleva el Niño en su mano izquierda. Por todo esto, y por la tipología y elementos que componen la vestimenta podemos decir que la sagrada imagen de la Virgen del Rocío fue vestida como las grandes damas de la corte de los Austria, y el Niño, por su parte, aparece vestido como un infante, pues además ambos aparecen con diferentes atributos que nos hablan de su realeza, en este caso divina o celestial. 1
Realmente, la sagrada imagen de la Virgen del Rocío tal como habitualmente aparece vestida, muestra el atuendo propio de las grandes damas de la corte castellana de fines del XVI. Esto podemos verlo si comparamos con detalle la imagen sagrada con la del retrato de la infanta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, gobernadora de los Países Bajos, que pintara hacia 1585 Sánchez Coello. Así pues, el terno al que nos referimos está compuesto de verdugado o guardainfante cónico, corpiño, puños, amplias mangas, y gorguera; ésta última que con el tiempo fue ascendiendo hasta acabar cubriendo completamente la cabeza, dejando al exterior solamente el rostro y que, ya a fines del siglo XIX pasó a ser lo que hoy conocemos como rostrillo, metalizándose, como veremos más adelante, en 1919. 1
El verdugado o guardainfante era la pieza que se colocaba desde la cintura hasta abajo, cubriendo en su totalidad las extremidades inferiores. Recibe el nombre de los verdugos, aros metálicos que, en orden creciente desde la cintura hasta los pies, se colocaban en la falda para mantener las telas tensas. 1
Por encima del verdugado era colocada la saya, bien de telas bordadas o bien de brocados; o un conjunto de dos piezas compuesto por jubón y basquiña. El jubón era una vestidura ceñida y ajustada, que se colocaba desde los hombros hasta la cintura; y la basquiña una saya que empleaban las mujeres para salir. 1
En la parte superior del cuerpo, es decir, el pecho, se cubría con lo que se conocía como “cartón de pecho”, cuya finalidad era la de alisar y dar forma cónica al cuerpo de la mujer, no dejando traslucir parte alguna de su anatomía, y era cubierto por el jubón o corpiño, que solía ser del mismo tejido que la basquiña. 1
El manto era el elemento que las mujeres de este tiempo utilizaban para salir a la calle, y pendían de los hombros. El cuello terminaba en una gorguera rematada de encajes que, como apuntamos líneas atrás, derivó con el tiempo en el actual rostrillo. 1
Los vestidos, atributos y adornos que componen el ajuar de La Virgen y El Niño son muy diversos y están cargados de simbología, en algunos casos, relacionados con sus advocaciones: Pastora Divina, Reina de las Marismas, Virgen del Rocío y Blanca Paloma, estas dos últimas vinculadas a Pentecostés, la fecha elegida para su romería. 1.
Fuentes:
1 Historiador Manuel Galán Cruz. Tesis Santuario del Rocío.
2. Águeda Villa Díaz. El Rocío y el turismo de peregrinación.
3. Manuel J. Carrasco Terriza-Historia y teología de los títulos «Rocío» y «Blanca Paloma»
6 Javier Coronel Caceres
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