Cerámica y murales

Ceramica Virgen del Rocío

Antes de comenzar con el desarrollo del presente trabajo, me gustaría comentar que al existir gran cantidad de retablos cerámicos dedicados a esta Sagrada Imagen (atreviéndonos a afirmar que quizás sea la imagen más representada en la cerámica), hemos realizado una selección de las obras conocidas hasta el momento para intentar hacer un abanico lo más amplio posible de variedades iconográficas de la Virgen del Rocío. Por ello, el objetivo del presente estudio es mostrar las diferentes formas de cómo se representa a la Virgen del Rocío a través del tiempo, destacando su iconografía y las fuentes iconográficas de las piezas (grabado y fotografía).
Las diferentes piezas que se expongan a continuación se irán organizando por orden cronológico, para poder ver en cada apartado la evolución iconográfica y artística de las obras.
Para comenzar estableciendo un orden, enumeramos a continuación las diferentes formas iconográficas que hemos considerado más relevantes:

  • La Virgen aislada.
  • La Virgen en un paisaje.
  • Aparición de la Virgen.
  • La Virgen y Pentecostés.
  • La Virgen en la calle.
  • Divina Pastora.
  • Pastorcito Divino.
  • Escenas históricas.

La Virgen aislada 

Comenzamos con esta representación de la Virgen que es sin duda la forma iconográfica más repetida, apareciendo generalmente sobre un fondo neutro o un cielo, con una orla alrededor. La virgen aparece sóla, siendo Ella la protagonista indiscutible de estas piezas, centrando la composición. Puede aparecer de cuerpo completo y de forma frontal, de medio cuerpo frontal o de tres cuartos, siendo muy escasas las representaciones de la imagen de cuerpo completo y a la vez de tres cuartos. 

Es muy interesante observar en estas representaciones como varía la vestimenta y el ornato de la imagen, destacando la vestimenta y sobre todo las ráfagas de la Virgen. Dependiendo de si el azulejo está inspirado en un grabado o en una fotografía la imagen lucirá unos elementos u otros y si es una fotografía, dependerá de la fecha de la misma para ver las novedades que esta conlleva. 

Es, precisamente en la vestimenta y en los adornos de la Virgen (por ejemplo, las flores que adornan sus laterales) donde el ceramista puede usar más su propia imaginación. Aquí y en la orla del azulejo, el autor puede aportar alguna novedad en diseño y colorido, ya que generalmente en lo demás, debe acercarse lo más posible al original, como es por ejemplo, el rostro. 

Sin duda, debíamos comenzar por esta singular y magnífica pieza que hoy se conserva en el interior del Santuario del Rocío. Para empezar porque es el más antiguo de los retablos conservados (1696) y por ello mismo nos muestra la representación más antigua existente de la Virgen. Aunque no lo sabemos con certeza, esta obra seguramente está inspirada en un grabado anterior que hoy no conservamos, pero que podemos relacionar, por su enorme parecido con otros cercanos a esa fecha con uno que se conserva de la Virgen de Caños Santos de Olvera (1711). Es interesante observar el gran parecido existente en el atavío de la Virgen, destacando los encajes que la enmarcan y la aureola de la cabeza.
Aquí destacamos la forma triangular de la representación de la figura de la Virgen y observamos cómo no tiene ráfagas sino unos encajes de punta de plata que después serán sustituidos por las ráfagas de orfebrería que todos conocemos. Así mismo es de destacar la vestimenta de la imagen y su decoración, muy recargada, propia del período barroco al que pertenece la pieza.

En esta ocasión y pasándonos directamente al siglo XIX, puesto que del siglo XVIII, de momento no conservamos ninguna obra, tenemos estas piezas que son características de esta centuria al usar predominantemente el color azul (a veces manganeso) sobre un fondo blanco neutro. En concreto, el segundo es de una sóla placa.
Casi con total seguridad ambas obras se inspiraron en un grabado, siendo muy curiosa la representación del primero al lucir la Virgen una ráfaga completa rodeándole la cabeza, único caso hasta ahora que representa a la Virgen del Rocío así.
Será a partir de comienzos del siglo XX, cuando la fotografía (por razones lógicas de mayor parecido a la realidad), vaya ganando terreno al grabado como fuente de inspiración a los ceramistas para reflejar la figura de la Virgen, tal y como veremos a continuación.

Fotografía Virgen del Rocío antigua

La fotografía está fechada en 1913, año del primer centenario del Rocío Chico donde la Virgen fue ataviada con las ráfagas de puntas decimonónicas. Esta magnífica instantánea será modelo durante el primer tercio del siglo XX, para los ceramistas para representar a la Virgen, pero pronto, en 1919, será eclipsada por otra nueva fotografía que veremos más adelante.

Retablo de la década de 1910. Fábrica de la Viuda de José Mensaque y Vera. Aldea del Rocío (Almonte).
Retablo de la década de 1910. Fábrica de la Viuda de José Mensaque y Vera. Aldea del Rocío (Almonte).

Estas ráfagas serán las que sustituyan hasta 1919 a las de plata del siglo XVIII, de puntas redondeadas. Es de destacar como, el detalle de las flores que cubren en la zona central las ráfagas, también es recogido por los ceramistas en sus representaciones y es precisamente en las flores y demás adornos donde el colorido y la imaginación de los artistas se pueden desarrollar con mayor libertad. 

Retablo ceramica Virgen del Rocío
Retablo de la década de 1910. Pedro Borrego Bocanegra (Fábrica de Ramos Rejano). Interior de la parroquia de San Gonzalo de Sevilla.
Fotografía Virgen del Rocío

Esta fotografía, realizada en el año de la Coronación Canónica, 1919, será la gran protagonista en las obras cerámicas de la Virgen hasta aproximadamente la década de 1960. En ellas se observan dos novedades importantes, por un lado el uso de la corona de oro de la Coronación y por otro la recuperación de las ráfagas de puntas redondeadas de plata donadas por D. José Carlos Tello de Eslava en 1733.

Destacar como importante anécdota del momento, el que la Virgen fuese fotografiada con las ráfagas colocadas al revés, hecho este que quedará reflejado en los retablos cerámicos al usar como modelo esta famosa fotografía.

Llegados a la década de 1960 comenzarán, tal y como dijimos anteriormente, a desaparecer las representaciones de la Virgen con las ráfagas mal colocadas, siendo sustituida la fotografía de 1919 por otras nuevas que se hacen a la imagen con las mismas, en posición correcta. Veremos ejemplos donde la Virgen se va a pintar en posición de tres cuartos y de medio cuerpo, llegándose a alcanzar en algunos casos una representación casi fotográfica por la cantidad de detalles que se reflejan en el azulejo y por el gran parecido al original. Veamos un par de ejemplos.

Retablo de 1993. Guillermo Moreno. Interior de domicilio en Bollullos de la Mitación (Sevilla).

Destacar en esta pieza la originalidad de la orla al incluir la figura completa de la Virgen del Rocío dentro de la carreta del Simpecado de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Bollullos de la Mitación. 

Retablo de 2007. Carmelo del Toro. Propiedad particular. Almonte.
Retablo de 2007. Carmelo del Toro. Propiedad particular. Almonte.

La Virgen en un paisaje 

Menos abundantes aunque muy interesantes son las representaciones de la Virgen donde se superpone su figura a un paisaje, ya sea simplemente vegetal o con escenas de romería. Estos, donde aparece la escena de la romería o de los alrededores de la antigua ermita suelen ser los más interesantes por los datos sociales y etnográficos que nos aportan, tal y como veremos a continuación. 

Esta preciosa pieza copia literalmente el citado grabado incluyendo una vista general de los alrededores de la antigua ermita en un paisaje idealizado (montes), donde aparecen los carros, la gente a caballo, el abrevadero de agua, etc. Destacar el detalle de que la Virgen luce ya las ráfagas de puntas decimonónicas, algo esquematizadas y pequeñas, ya que son de la época del grabado. 

Retablo de la década de 1930. Manuel Vigil-Escalera. Cerámica José González. Sevilla.
Retablo de la década de 1930. Manuel Vigil-Escalera. Cerámica José González. Sevilla.

Por otro lado, tenemos esta curiosa obra, datada ya a partir de 1919, puesto que la Virgen ya está coronada y tiene las ráfagas de puntas redondas colocadas al revés, que nos muestra quizás el repertorio más interesante de los alrededores de la ermita en plena romería. En primer lugar, la Virgen aparece de cuerpo completo luciendo sus mejores galas de Reina sobre unas nubes y detrás como fondo, el paisaje que rodea la antigua ermita con muchos romeros en diversas actitudes (descansando, montando a caballo, bailando, junto a su Simpecado, etc.). Así, podemos ver diversas carretas, a los tamborileros, a los guardias civiles a caballo con su uniforme, etc., todo un repertorio iconográfico de la romería de la época. Les dejamos unos detalles de este interesante paisaje.

Retablo de 1960. Juan Oliver. Fábrica de Ramos Rejano. Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta (Sevilla).
Retablo de 1960. Juan Oliver. Fábrica de Ramos Rejano. Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta (Sevilla).
Retablo de 1960. Juan Oliver. Fábrica de Ramos Rejano. Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta (Sevilla).

Gran retablo con una riquísima orla que incluye dos escenas del camino de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Triana.
Aunque la obra es muy avanzada, de 1960, sigue usando la fotografía de 1919 como modelo para la Virgen y como fondo se incluye un bello paisaje sombrío, con nubes grises y a la izquierda la ermita antigua.

Cerámica aparición de la Virgen 

Son escasas estas representaciones, pero las que existen van a seguir generalmente el mismo modelo, colocando a la Virgen sobre el árbol (siguiendo para su imagen a los grabados antiguos) y el cazador que la descubre arrodillado con sus armas y los perros a sus alrededor.

Retablo de la década de 1980. Anónimo. Ayuntamiento de Villamanrique de la Condesa (Sevilla).

Esta obra, contiene bajo la misma un panel cerámico con un extracto de la famosa leyenda de la aparición: 

A Nuestra Madre del Rosío se la encontró / Según cuenta la leyenda un cazador / Era de Villamanrique que iba cazando / vaya encuentro gozoso para contarlo / Goro Medina era el nombre del cazador / que echando suerte en la caza hasta la Rocina vino / En un viejo árbol de aqueste lugar / vio la Santa Imagen postrose a rezar. 

Retablo de 2001. Guillermo Moreno. Bollullos de la Mitación (Sevilla).
Retablo de 2001. Guillermo Moreno. Bollullos de la Mitación (Sevilla).

De nuevo, en este retablo apaisado se muestra a la Virgen sobre unos árboles, rodeada de nubes y querubines, siguiendo para su figura la de los primitivos grabados, ya que es la imagen más antigua que conservamos de la talla mariana, puesto que la escena nos quiere retrotraer al siglo XIII.

La Virgen y Pentecostés

Siendo la fiesta principal que se celebra en torno a Nuestra Señora del Rocío, es lógico que la famosa escena de Pentecostés, estuviese presente en los retablos rocieros. Encontramos ejemplos de la figura de la Virgen aislada y en paneles laterales independientes a los apóstoles o todos en un mismo panel formando una única escena. Siempre la Virgen será la figura central y sobre Ella la paloma, símbolo del Espíritu Santo.

Retablo de 2004. José María Rodríguez Carvajal. Cerámica Artística Joaquín Soriano. Fachada de la casa Hermandad del Rocío de Benacazón. Benacazón (Sevilla).
Retablo de 2004. José María Rodríguez Carvajal. Cerámica Artística Joaquín Soriano. Fachada de la casa Hermandad del Rocío de Benacazón. Benacazón (Sevilla).

La Virgen en la calle 

Este tipo de representaciones están siendo más usuales en las últimas décadas, siendo difícil de encontrar como retablo independiente. Generalmente estas escenas donde la Virgen tanto de Reina como de Pastora, aparece en el exterior de la ermita en sus traslados y procesión por la Aldea, han sido incluidas como detalles de obras más complejas por su tamaño, véanse zócalos o grandes retablos.

Retablo de la década de 1930. Antonio Kiernam. Cortijo el Álamo, Aroche (Huelva).

Esta curiosa escena se encuadra en un paisaje idealizado (montes del fondo) frente a la antigua ermita que si aparece descrita con detalle. 

Podemos ver como la Virgen procesiona en el paso anterior a la reforma que se le practica en 1934 cuando le es suprimido un par de varales, pasando de ocho a seis. 

Azulejo de 1924. Pintado por Manuel Rodríguez Pérez de Tudela. Domicilio particular. Sevilla.

Esta misma imagen fue utilizada por Manuel Rodríguez Pérez de Tudela en 1924. La escena de la procesión representada tiene la particularidad de mostrar al fondo la antigua ermita de la aldea del Rocío desaparecida en 1969, en las antiguas andas de la Virgen del Rocío con ocho varales, obra de Juan de Astorga realizadas entre 1813 y 1822 que fueron utilizadas hasta el año 1934, fecha en la que el orfebre Cayetano González las modificó, pasando a tener seis varales. 

Detalle de un arco cerámico conservado en el Cortijo Nuevo del Alamillo (Sevilla). Antonio Carrera. Fábrica de Ramos Rejano. Principios de la década de 1960.
Detalle de un arco cerámico conservado en el Cortijo Nuevo del Alamillo (Sevilla). Antonio Carrera. Fábrica de Ramos Rejano. Principios de la década de 1960.

Esta interesante obra, forma parte de un gran arco cerámico en el que se incluyen entre decoración vegetal una serie de escenas con temática rociera. Aparecen cinco en total, siendo la central, en lo alto del arco, la que mostramos, donde aparece la Virgen en su paso, ya con seis varales, por la calle. Las otras cuatro escenas muestran diferentes detalles del discurrir de la comitiva romera de la Hermandad del Rocío de Triana.

Para terminar con este apartado traemos esta interesante pieza que sigue a una preciosa fotografía de uno de los traslados de la Virgen a Almonte. En ella, ni siquiera se ve a la Virgen ya que aparece envuelta en el capote de traslado, atreviéndonos a afirmar que en esta pieza es más protagonista el pueblo que la lleva y el entorno, que la propia imagen, destacando la figura del primer plano subido a un caballo y con paraguas.

Divina Pastora

De nuevo, observamos que es una representación de la Virgen poco habitual en los retablos antiguos y sí mucho más visible en la actualidad. La imagen puede aparecer de cuerpo entero siguiendo antiguas fotografías, de medio cuerpo o inmersa en una escena de su traslado rodeada de sus fieles.

Murales cerámicos Pastorcito Divino

La figura del Niño de la Virgen también ha generado su propia serie de representaciones cerámicas y su propia iconografía, destacando sobremanera por ser más abundantes, la manera de pintarlo como Pastorcito Divino, cuando es vestido así para su traslado a Almonte. Son también más habituales estas obras en las últimas décadas. 

Vamos a observar como generalmente se presenta a la figura del Niño sólo, sentado junto a un árbol, rodeado de un paisaje bucólico. Aparece vestido con sus atributos de pastor y rodeado de ovejas. También conservamos obras donde la figura del Pastorcito aparece completamente aislada.

Retablo de la década de 1940. Enrique Orce. Calle María Auxiliadora. La Palma del Condado (Huelva).
Retablo de la década de 1940. Enrique Orce. Calle María Auxiliadora. La Palma del Condado (Huelva).

Este retablo, quizás sea el más completo y mejor de los que conozcamos del Divino Pastorcito en la actualidad, por su calidad artística, su iconografía y los detalles que nos ofrece en su orla. Aparece el Niño en ese paisaje mencionado antes, rodeado de ovejas, abriéndose el fondo hacia la izquierda mostrando una curiosa aparición de los Reyes Magos siguiendo la estrella. En la orla están en la parte superior unos escudos relacionados con La Palma del Condado y abajo, en la esquina izquierda una vista de la antigua ermita con la Virgen en su paso en la calle. En la esquina opuesta una vista exterior de la parroquia de San Juan Bautista de La Palma. Junto a todo esto, en dos cartelas figura la siguiente oración: Pastorcito buen Pastor que al lobo rondar no dejas el aprisco redentor donde pacen tus ovejas haz que todos escuchemos tu dulce silbo de amor y bajo tu amor formemos un rebaño y un Pastor.

Retablo de 2007. Carmelo del Toro. Domicilio particular de Almonte.
Retablo de 2007. Carmelo del Toro. Domicilio particular de Almonte.

Escenas históricas

Para concluir este modesto estudio, vamos a incluir unas obras que pueden resultar históricas por su significación para esta advocación y para todo el pueblo de Almonte. Van a ser muy escasas estas representaciones y siempre muy recientes. Traemos a este apartado dos paneles cerámicos que nos recuerdan dos importantes momentos vividos en torno a la Virgen del Rocío, como son su Coronación Canónica en 1919 y la visita del papa san Juan Pablo II a la ermita en la Aldea en 1993.

Esta obra que forma pareja con la anterior que vimos de la Virgen sobre el puente de Olivarejos nos muestra esta famosa escena inspirada en una fotografía del momento, pero incluyendo notables variaciones como son, la menor cantidad de público y más flores en su lugar, los ropajes del cardenal Enrique Almaraz, los varales del paso y la distancia existente entre el cardenal y la Virgen para que se vea la figura completa de la imagen.

Su Santidad Juan Pablo II orando ante la Virgen del Rocío. 1993. Buenaventura Franco Gómez. Cerámica Joaquín Soriano. Santuario de la Aldea del Rocío.
Su Santidad Juan Pablo II orando ante la Virgen del Rocío. 1993. Buenaventura Franco Gómez. Cerámica Joaquín Soriano. Santuario de la Aldea del Rocío.

Concluimos este trabajo con esta pieza, en el que hemos tratado de presentar un amplio abanico de las diferentes formas de como se representa a la Santísima Virgen del Rocío y como esta iconografía ha ido cambiando a lo largo del tiempo. 

Fuente: MANUEL PABLO RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ 


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